El
párrafo.
Los textos se elaboran dividiéndolos en
párrafos. Los párrafos deben tener una unidad temática que los individualiza,
es cada una de las divisiones de un escrito señaladas por una sangría, el uso
de la letra mayúscula en el inicio del renglón y concluye en punto y aparte o
final. También podemos decir que enlaza varias oraciones relacionadas entre sí,
que giran en torno a un mismo tema. A veces consta de una sola oración.
El párrafo se caracteriza por:
- Poseer una extensión variable, variabilidad que se determina por el propósito que persigue, por el énfasis que el autor quiera dar a una idea.
- Ser una unidad de pensamiento coherente.
- Enlaza varias oraciones en torno a un tópico que va de una oración a otra relacionando los detalles.
Estructura.
El párrafo posee una estructura externa e
interna.
La estructura externa del párrafo la determinan:
- La sangría: espacio ubicado entre el margen y el escrito inicial y el escrito inicial, correspondiente a unas cinco o siete letras.
- El uso de la letra mayúscula en el inicio del renglón y el punto que puede ser aparte o final.
La estructura interna del párrafo la determinan
las oraciones o ideas que son utilizadas y el orden en que se presentan para
enunciar y desarrollar el pensamiento éstas pueden clasificarse en principales
y secundarias.
La oración o idea principal debe proporcionar el
contenido del párrafo y enunciar el pensamiento que se va a desarrollar. Ella
no ocupa un lugar fijo dentro del párrafo, puede ir ubicada en el inicio, en el
centro o en el final, aunque por lo general se encuentre en el inicio. Si se
suprime la oración principal, el resto de las oraciones incluidas en el párrafo
carecerían de sentido.
La unidad como característica fundamental del
párrafo indica la redacción adecuada de éste. Por ello, todas las oraciones o
ideas de un párrafo deben estar relacionadas con la idea principal. Para que
pueda decirse que hay unidad, que a su vez estará determinada por el sentido de
organización lógica o coherencia.
Todo párrafo gira alrededor de una idea
fundamental expresada mediante una oracion principal. La habilidad para leer un
párrafo consiste en localizar la oración principal que da sentido al párrafo.
Cuando la oración principal está ubicada al
comienzo del párrafo, todas las demás oraciones constituyen un desarrollo
lógico de lo que en ella se ha dicho.
Cuando la oración principal está situada en
medio del párrafo la oración anterior será como una introducción o preámbulo y
las que la siguen tendrán la función de aclaración, confirmación o consecuencia
de la oración principal.
Cuando la oración principal está ubicada al
final del párrafo ella vendrá a ser como la conclusión general de todo el
párrafo.
El
párrafo como unidad de pensamiento.
En la escritura los párrafos vienen indicados
por el uso del punto y aparte. Pueden estar constituidos por una sola frase,
pero en general incluyen varias frases u oraciones completas. Lo esencial del
párrafo es que todo él gira alrededor de una idea, en general es así, aunque
pueden presentarse algunas excepciones. Al enfrentarnos a un párrafo lo primero
que debemos hacer es considerarlo como una unidad de pensamiento.
A través de las distintas palabras y frases que
lo componen debemos estar pendientes de encontrar cuanto antes la idea básica,
fundamental, que el autor nos ha querido comunicar.
La frase principal. La idea o frase principal,
normalmente viene expresada en una de las frases del párrafo y alrededor de ella
de una manera natural y lógica se agrupan las otras frases para ampliar,
concretar o presentar diversos aspectos referentes a la idea central. La
habilidad del lector consiste en descubrir de un modo rápido y seguro cuál es
la idea central y la frase que la representa. No siempre la idea central está
colocada al principio del párrafo, pues puede encontrarse en medio o al final
del mismo.
Estrategias
para determinar las ideas principales y secundarias en un párrafo.
- Identificar el número de párrafos.
- Establecer si que cada párrafo tiene una idea principal y otras complementarias que la clarifiquen.
- Eliminar la oración que se presume que es la principal. Al eliminar la oración principal el párrafo quedará sin sentido, si era cierto que esa oración era la principal.
- Leer las oraciones secundarias después o antes de la oración principal y comprobar si hay una relación lógica en el texto.
Ubicación
de la frase principal.
Al inicio del párrafo: su lectura es más fácil,
no hay que esforzarse en buscarla a través de todo el párrafo. A la luz de esa
idea se pueden leer las demás frases con gran rapidez y facilidad de
comprensión, pues las otras ideas confirman o explanan lo que se ha dicho en
primer término.
Al final del párrafo: el lector encontrará que
ella viene a ser como la afirmación definitiva o la conclusión general de todo
el párrafo y las otras frases lo que hacen es preparar el terreno por medio de
consideraciones y afirmaciones parciales que apuntan, progresivamente, hacia la
conclusión final. Es como una maduración interna del pensamiento, que llegado
el momento oportuno, puede ya expresarse de un modo pleno y total. El lector
debe estar con su mente alerta y a la espera de que aparezca una frase crucial
que resumirá y complementará todo el esfuerzo precedente, dándole su pleno
sentido y significado.
En el medio del párrafo: el pensamiento estará
desarrollado, en general, a manera de un movimiento pendular, pues la primera
parte del párrafo será un preámbulo o una preparación que culminará con la
aparición de la idea central. La segunda parte será una prolongación de esta
idea a modo de aclaraciones, confirmaciones o consecuencias.
Algunos párrafos no contienen más que una idea y
una sola frase, pero la mayoría de los párrafos están compuestos por un
conjunto de diversas frases. Ya hemos explicado que la frase principal es la
que suele expresar la idea del autor de un modo más claro y total que el resto,
contiene la idea central del párrafo. Cuando se localiza la frase principal nos
ponemos en posesión del núcleo central del párrafo, es captar de inmediato su
esencia misma, nos da la posibilidad de comprender acertadamente el valor y alcance
de las diversas partes complementarias que lo integran.
La
frase secundaria.
Son aquellas que sirven al autor para explanar
de un modo más detallado todos los aspectos e implicaciones que éste tiene en
la mente cuando escribe la frase principal. Para perfeccionar el modo de leer
cada párrafo es muy útil tener una idea clara, para poder entonces obtener las
demás frases del párrafo, las frases secundarias, que pueden ir ampliando,
desarrollando o matizando la idea expuesta en la frase principal.
Maneras
de explanar la idea central a través de las secundarias:
- Por repetición: Se mantiene el mismo contenido de la frase principal, variando simplemente las palabras. Se establece la idea central en la primera frase y se suele terminar con otra frase semejante a la primera, en la que, a modo de conclusión, se vuelve a repetir la idea fundamental. También éste tipo de frases se pueden encontrar en cualquier otra parte del párrafo.
- Por contraste: Estas frases son muy eficaces para resaltar la idea central. El autor quiere impresionarnos y dejar bien claro cuál es su verdadero pensamiento, indicando y rechazando de plano lo que no es su pensamiento.
- Por ejemplificación: Los ejemplos sirven para hacer comprender el alcance de la idea principal a través de casos y aplicaciones concretas. Los ejemplos pueden pasarse por alto cuando existe una verdadera comprensión de la idea central, pero en la práctica, los ejemplos son las mejores ayudas para llegar a comprender de verdad lo que iba implicado en la afirmación general.
- Por justificación: Este tipo de frases contiene razones o argumentos que apoyan la afirmación establecida en la frase principal. Ayudan a su mejor comprensión, en el sentido de que una idea se siente más profundamente en la medida que conocemos mejor cuáles son los fundamentos lógicos o racionales que le sostienen y apoyan.
En cualquier párrafo se debe buscar la palabra
única que se repite a lo largo de las distintas frases, pero también podemos
observar la presencia de varias palabras semejantes que desempeñan el papel de
la palabra dominante y que apuntan a un mismo objeto o tema fundamental.
Ejemplo: ritmo, imperturbables, constante, regularidad, estables, estabilidad,
reposo, equilibrio, constancia, tranquilidad.
Las demás frases no son más que un desarrollo o
explanación de la frase principal. Cada una aporta un matiz particular o aclara
una faceta especial del tema fundamental:- Unas repiten la misma idea
principal.- Otras son ejemplos.- Contienen una comparación.- Insisten de nuevo
en la idea principal.- Rechazan una falsa idea. - Exponen una verdadera causa.-
Indican los medios que aseguran lo expresado en la idea central.- Hacen una
comparación.- Exponen de nuevo la idea principal haciendo resaltar su carácter
básico.
Localización
de la frase principal.
Para localizar con mayor facilidad la frase
principal, se puede aplicar la siguiente técnica:
- Lo que se debe observar primero es cuál es la palabra que más se repite y que domina todo el párrafo. Esta palabra representará un objeto, una persona o una cualidad, algo en torno a lo cual gira toda la exposición. Algunas veces, el autor no siempre utiliza la misma palabra sino sinónimos o, en algunas frases, emplea pronombres. Lo importante es darse cuenta de que en todos esos casos se está refiriendo siempre a la misma idea, al mismo objeto.
- Después de localizar esta palabra nos encontramos en condiciones de ubicar la frase central del párrafo. En general, todas las frases tendrán alguna relación con la palabra clave, pues todo el párrafo gira alrededor de la misma. Pero la cualidad básica de la frase principal es siempre su carácter global o de inclusividad. En cierto modo, ella encierra en sí misma todo lo que se expone en las demás frases.
- La frase principal será, pues, aquella donde se establece la afirmación más amplia, más general y que puede considerarse como el resumen de todas las demás.
Comprobación
de la frase principal.
Para asegurarse de que la elección ha sido
correcta existen dos medios de ayuda:
- Suprimir la frase principal: al hacerlo se notará que el párrafo queda truncado o incompleto; no aparece claro el significado del mismo como conjunto. Mientras que si se suprime una frase secundaria, apenas variará el sentido general.
- Leer una por una las restantes frases del párrafo y, antes o después de cada una, repetir de nuevo la frase principal. Si la elección fue acertada veremos como cada una de las frases se relaciona de un modo natural con la frase central, formando ambas un todo bien lógico y coherente.
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